La prevención favorece su seguridad y conocer algunas pautas de conducta para la autoprotección ayuda a tomar las decisiones adecuadas.
Bañistas
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Nunca se lance de cabeza si no conoce la profundidad del agua.
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Evite el baño después de las comidas, espere dos horas para la digestión.
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Protéjase del sol, especialmente en niños y ancianos.
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En ningún caso pierda de vista a los niños.
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Sal del agua de inmediato si te encuentras mal.
En ríos y pantanos
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Compruebe que el baño está permitido.
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Preste especial atención a los remolinos y corrientes.
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Si usa un flotador, evite ser arrastrado por la corriente.
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Utilice sandalias de goma o similares.
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Preste atención a la existencia de carteles que adviertan de algún peligro.
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No olvide su teléfono móvil por si tuviera que pedir ayuda.
En piscinas
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Tenga especial cuidado con los bordes de las piscinas.
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Respete las normas de las piscinas y atienda a las recomendaciones del socorrista.
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Debe ducharse antes y después de cada baño.
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Evite tragar agua, sobretodo los más pequeños.
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Procure caminar por las inmediaciones de la piscina con sandalias de goma.
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Si padece alguna enfermedad infecciosa evite le baño.
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Preste especial atención a los niños y no los pierda de vista.
En playas
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Preste atención a la señalización antes del baño y siga las instrucciones del socorrista.
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Respete las banderas de señalización.
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No intente nadar en contra de la corriente, nade paralelamente a la playa y, una vez que salga de la corriente, nade hacia la orilla.
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Si no sabes nadar, no utilices objetos hinchables (pelotas, colchonetas, flotadores,…) pues, pueden irse fácilmente mar adentro o volcar.
En caso de emergencia
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Haz seguro el lugar, avisando de los peligros existentes o señalizando la zona para evitar que se produzca un nuevo accidente (PAS).
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Si puedes pide ayuda al socorrista más próximo.
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Avisa al 1-1-2 indicando lo sucedido.
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